Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos: la Palabra de la vida (pues la vida se hizo visible), nosotros la hemos visto, os damos testimonio y os anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y se nos manifestó. Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos, para que estéis unidos con nosotros en esa unión que tenemos con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto, para que nuestra alegría sea completa.
«Christmas Guitar» © Usado bajo licencia no comercial Creative Commons
Quisiera ver con la transparencia de tu mirada.
Quisiera escuchar con la empatía de tus oídos.
Quisiera tocar como tus manos acariciaban.
Quisiera latir como tu corazón se conmovía.
Toca mis oídos
para que pueda escuchar tu voz
en lo hondo de mi alma,
en la voz de mis hermanos,
en el grito de los pobres.
Toca mis ojos
para que pueda contemplarte
en la creación siempre renovada,
en las luchas cotidianas de cada ser humano,
en ese poco de pan y de vino sobre la mesa desnuda.
Toca mis manos
para que pueda tenderlas generosamente
a quien me encuentre en el camino
en ofrenda y servicio.
Yo te he oído, te he visto, te he tocado…
Pero no sabría cómo explicarlo.
¿Acaso el amor tiene explicación?
¿Acaso se pueden encontrar palabras?
Mejor callar
y que mis ojos, mis oídos, mis manos, mi corazón,
sigan contemplando tu amor
palpitando aquí tan dentro.
(Fermín Negre)